Protección contra sobretensiones eléctricas: tipos y soluciones
¿Qué son las sobretensiones eléctricas y por qué ocurren?
Las sobretensiones eléctricas son aumentos anormales de voltaje en el sistema eléctrico, que pueden ser breves o prolongados, y suponen un riesgo para la seguridad y el correcto funcionamiento de los equipos conectados. Estas alteraciones en el suministro eléctrico pueden dañar electrodomésticos, sistemas de iluminación y, en casos graves, provocar incendios.
Las sobretensiones pueden tener múltiples causas, como:
- Descargas atmosféricas: Los rayos pueden generar picos de voltaje en las redes eléctricas, afectando tanto a instalaciones cercanas como lejanas.
- Problemas en la red eléctrica: Fallos en transformadores, cortes y reconexiones del suministro o defectos en el neutro.
- Conexión de equipos de alta potencia: Máquinas o dispositivos que generan picos de consumo pueden provocar fluctuaciones de voltaje.
- Averías internas: Componentes deteriorados dentro de la instalación eléctrica también pueden ser responsables.
En España, las instalaciones deben cumplir con el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), que exige medidas específicas para proteger contra este tipo de fenómenos.
Tipos de sobretensiones eléctricas: transitorias y permanentes
Para comprender cómo proteger una instalación eléctrica, es fundamental diferenciar los dos tipos principales de sobretensiones:
1. Sobretensiones transitorias
Las sobretensiones transitorias son picos de voltaje de corta duración, generalmente inferiores a un milisegundo. Son provocadas principalmente por descargas atmosféricas o por maniobras de conmutación en la red eléctrica. Estos picos pueden alcanzar varios miles de voltios, lo que los hace extremadamente peligrosos para equipos electrónicos sensibles.
Por ejemplo, un rayo que impacta cerca de una instalación puede generar una sobretensión que dañe dispositivos como televisores, ordenadores y electrodomésticos. Los protectores tipo 1 y tipo 2 son los más indicados para mitigar este riesgo.
2. Sobretensiones permanentes
Las sobretensiones permanentes son aumentos de voltaje prolongados en el tiempo, generalmente superiores a un segundo. Su origen suele estar relacionado con fallos en el neutro, desequilibrios en la red de distribución o errores en transformadores.
Estas sobretensiones pueden sobrecalentar los cables, dañar los componentes eléctricos y, en casos extremos, provocar incendios. Los dispositivos de desconexión automática son esenciales para evitar daños en estos casos.
Dispositivos de protección contra sobretensiones
Existen soluciones específicas para cada tipo de sobretensión. La elección del dispositivo adecuado depende de las características de la instalación y del nivel de protección necesario. A continuación, detallamos los principales dispositivos:
1. Protectores contra sobretensiones transitorias
También conocidos como descargadores de sobretensión, estos dispositivos están diseñados para desviar los picos de voltaje hacia tierra, evitando que lleguen a los equipos conectados. Se clasifican en tres tipos:
- Tipo 1: Protegen contra descargas atmosféricas directas y se instalan en edificios con pararrayos.
- Tipo 2: Ideales para proteger instalaciones residenciales y comerciales contra sobretensiones inducidas.
- Tipo 3: Se instalan en puntos finales, como enchufes, para proteger equipos específicos.
2. Protectores contra sobretensiones permanentes
Estos dispositivos desconectan automáticamente el suministro eléctrico cuando detectan un aumento de voltaje prolongado. Algunos modelos incluyen sistemas de reconexión automática para restablecer el servicio una vez que el problema se ha solucionado.
Es importante que estos protectores cumplan con las normativas UNE-EN 61643-11 para garantizar su eficacia y seguridad.
Normativa aplicable en España
En España, el REBT regula la instalación de sistemas de protección contra sobretensiones, estableciendo su obligatoriedad en ciertos casos:
- Edificios con sistemas de pararrayos: Para proteger contra descargas atmosféricas.
- Instalaciones con equipos electrónicos sensibles: Como hospitales, oficinas y centros de datos.
- Centros de transformación: Para proteger la red de distribución y garantizar la continuidad del servicio.
Además, las Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC) detallan los requisitos técnicos para la instalación de estos dispositivos, garantizando un nivel de protección adecuado.
Cómo elegir el dispositivo adecuado para tu instalación
A la hora de seleccionar un protector contra sobretensiones, es fundamental tener en cuenta los siguientes factores:
- Nivel de protección requerido: Evalúa si necesitas proteger toda la instalación o dispositivos específicos.
- Capacidad de descarga: Asegúrate de que el dispositivo pueda manejar el nivel de sobretensión previsto.
- Normativa: Verifica que el dispositivo cumpla con las normativas UNE y las exigencias del REBT.
- Compatibilidad: El dispositivo debe ser compatible con la instalación eléctrica existente.
- Ubicación: Considera si necesitas un protector para el cuadro eléctrico principal o para enchufes individuales.
Consejos prácticos para el mantenimiento de dispositivos de protección
Para garantizar que los dispositivos de protección contra sobretensiones funcionen correctamente, es necesario realizar un mantenimiento regular:
- Inspección visual: Revisa periódicamente los dispositivos para detectar daños o desgaste.
- Comprobación de indicadores: Muchos protectores cuentan con indicadores que muestran su estado de funcionamiento.
- Reemplazo tras eventos importantes: Sustituye los protectores que hayan gestionado una sobretensión significativa, ya que su capacidad puede haberse reducido.
- Revisión profesional: Programa inspecciones periódicas con un electricista cualificado para garantizar el cumplimiento normativo y la seguridad de la instalación.
Recomendaciones finales
La protección contra sobretensiones no solo es una obligación legal en muchos casos, sino también una inversión en seguridad y tranquilidad. Implementar sistemas de protección adecuados puede evitar costosas reparaciones y garantizar la durabilidad de los equipos conectados.
Si tienes dudas sobre cómo proteger tu instalación, consulta nuestra guía sobre las ITC del REBT o contacta a un profesional cualificado. Recuerda que la prevención es la clave para evitar problemas eléctricos graves.

